De baja acidez (0.1) en nariz es equilibrado y suave, con notas de frutada aceituna verde y recuerdos de manzana madura y hoja de higuera. En boca es delicado, limpio y fresco, con notas de almendra que permanecen tras su paso, destacando también el afrutado.
Su sabor equilibrado lo hacen estupendo para tomar solo con verduras a la plancha o tostadas y también usarlo como apoyo a cocina, plancha u horno.
Entre los llanos áridos del Desierto de Tabernas y la inmensidad de la Sierra de los Filabres, se levanta a pico sobre ella el municipio almeriense de Uleila del Campo, un enclave excepcional y único en el que predominan los campos de vid, almendros y olivos con un microclima con el mayor número de horas de sol al año de Europa (3.000) y un clima seco de temperaturas bastante estables idóneas para el crecimiento y maduración de la aceituna.
Haciendo un guiño a este topónimo, en 2002 se estableció en este singular paraje la empresa Campos de Uleila, que elabora sus aceites de oliva vírgenes extra a partir de los 15.000 olivos de su finca ‘Cortijo del Aguador’, recogiendo la singularidad de estas condiciones geográficas no sólo en su aroma, sabor y color únicos, sino también en su propio nombre.
En esta antiquísima plantación de olivos, esta firma de carácter familiar cultiva las variedades picual, arbequina y hojiblanca, obteniendo una cosecha propia de producción limitada a la que aplica un estricto control, cuidando la calidad desde el cultivo de la planta, pasando por la recogida, transporte, molturación y envasado (bajo pedido), siempre con métodos artesanales y respetuosos con el medio ambiente.
El resultado es un zumo de olivas sanas, recién cosechadas en su momento óptimo de maduración, únicamente del árbol, y procesadas en frío, aportando además una acidez muy baja (0,1º) y mucha suavidad al gusto, con un gran equilibrio entre amargor y picor, que reflejan la tipicidad de la variedad empleada.
