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El tomate es una de las hortalizas (o frutas) más utilizados en cocina, pero en los últimos años, muchos amantes de este producto han notado una preocupante disminución en su sabor.
Los tomates que se encuentran en los supermercados a menudo son insípidos, sin el dulzor y la intensidad de sabor que solían tener en el pasado.
El principal motivo detrás de la pérdida de sabor en los tomates es una agricultura demasiado industrializada y que la demanda de tomates uniformes y de larga vida útil para la distribución en masa han dado lugar a variedades donde se prima la durabilidad en vez de el sabor.
Parece imposible conseguir sabor y durabilidad, por ejemplo. En lugar de cultivarse en suelos ricos en nutrientes y bajo condiciones óptimas, muchos tomates se cultivan en monocultivo en grandes cantidades, lo que agota los nutrientes del suelo y reduce la diversidad genética de las plantas.
Además, para prolongar su vida útil y facilitar su transporte, los tomates se cosechan antes de madurar completamente y se someten a procesos logística en frío que afecta su sabor natural. Otro factor que contribuye a la pérdida de sabor en los tomates es búsqueda muy rápida de variedades que solucionen problemas productivos.
Se crean muchas variedades por su resistencia a enfermedades, su aspecto uniforme y su larga vida útil, en lugar de su sabor. Esto ha llevado a la prevalencia de tomates con poco sabor y menor diversidad de sabores en el mercado.
Sin embargo, a pesar de esta tendencia generalizada, el tomate RAF sigue manteniendo su sabor auténtico de tomate.
Esto se debe a varias razones. En primer lugar, el tomate RAF se cultiva en condiciones especiales en la región de Almería, en el sureste de España, donde se beneficia de un clima mediterráneo con temperaturas cálidas y suelos ricos en nutrientes. Esto permite que la planta de tomate RAF crezca de manera óptima, desarrollando su sabor natural y su característica piel arrugada.
Además, el tomate RAF se cosecha cuando todavía está verde y firme, y se permite que madure naturalmente en la planta antes de ser recolectado. Esto asegura que el Raf alcance su punto máximo de madurez y desarrolle su sabor dulce e intenso de manera natural, sin necesidad de procesos de maduración artificial. pero ojo, recuerda que madura muy deprisa y de dentro hacia afuera.
Otra razón por la cual el tomate RAF sigue sabiendo a tomate de verdad es su genética RAF. La genética RAF es una variedad de tomate que ha sido seleccionada específicamente por su sabor y características organolépticas, lo que significa que se ha mantenido su sabor auténtico a través de generaciones de cultivo selectivo.
Esto contrasta con muchas variedades híbridas que se seleccionan por su apariencia o durabilidad, en lugar de su sabor. Por eso no se consigue un clon del Raf. Solo las variedades Delizia y Ambrosia dan sabor y se consideran RAF: porque son mejoras de la misma genética.
Así que muchos son los factores pero aquí los tienes resumidos. Recuerda que al final lo que te hará distinguir un buen tomate de uno malo es su aspecto, su procedencia y su precio y así podrás disfrutar de un tomate que sepa a tomate.
