¿Has oído hablar del famoso tomate "Pata Negra" y estás buscando dónde comprarlo o simplemente quieres saber si realmente existe como tal?
Es muy probable que te hayas topado con ese nombre en fruterías, mercados o incluso en páginas online que lo anuncian como si fuera un producto exclusivo y oficial.
Pero aquí va la verdad, sin rodeos: el tomate "Pata Negra" no existe como marca registrada ni como variedad oficialmente reconocida.
Es más, puede que lo que te están vendiendo bajo ese nombre ni siquiera sea un Raf auténtico.
Lamentamos romperte el corazón. :-)
Vamos por partes: el nombre “Pata Negra” es una invención comercial. Nació como una estrategia de marketing promovida por algunas cooperativas de Almería que, con toda la buena intención, querían diferenciar el verdadero tomate Raf de sus imitaciones.
Y no es de extrañar. El Raf auténtico cuesta mucho de crear. Es complicado dar con la combinación de sabor intenso, dulzura equilibrada, una ligera acidez, carne firme y jugosa.
Si lo has probado ya sabes que tiene una personalidad única.
Pero aunque la intención era buena, el término “Pata Negra” nunca pasó de ahí. No se convirtió en una marca registrada, no se reconoció como indicación geográfica protegida ni como variedad diferenciada. y Tampoco es una denominación para una semilla.
Es simplemente un apodo, una etiqueta sin respaldo legal. Y eso ha traído consecuencias, especialmente para ti como consumidor.
El problema es que, como el término “Pata Negra” no está protegido, cualquiera puede usarlo. Y eso es exactamente lo que ha pasado.
Hoy en día se utiliza para vender todo tipo de tomates que no tienen nada que ver con el Raf auténtico. Híbridos, variedades industriales, tomates de invernadero que no han visto ni de lejos el tipo de suelo ni las condiciones de cultivo que hacen del Raf un producto único.
Entre ellos están Conquista, el Rebellion o incluso el famoso Kumato®, que sí es una marca registrada de la multinacional Syngenta.
Este último, de hecho, es un tomate negro híbrido, con un sabor muy bueno pero completamente distinto al Raf, tanto en origen como en características.
En este contexto, la falta de protección oficial del término “Pata Negra” hace que tú, como comprador, estés expuesto a todo tipo de confusiones y, muchas veces, a engaños.
El tomate Raf genuino tiene una forma muy característica, algo irregular, con marcadas costillas y una piel de tonos verdes con ligeros toques rojizos cuando está maduro.
No es un tomate perfecto a la vista, y eso es precisamente parte de su encanto. Aunque dependiendo de la época de campaña puede ser más uniforme de lo que estás acostumbrado a ver en las fotos.
Otro indicador importante es el lugar de cultivo.
El auténtico Raf necesita condiciones específicas para desarrollarse como es debido: suelos salinos, escasez de agua y el clima de determinadas zonas de Almería, como la Vega de Almería o el Campo de Níjar.
Sin esas condiciones, por muy bonita que sea la etiqueta, no es Raf.
A ver, puede serlo porque una semilla puede germinar en cualquier sitio pero solo con las condiciones de Almería y el trabajo de los agricultores, que lo conocen, da su sabor característico.
Y sí, es un tomate más caro. Pero también lo es un buen jamón ibérico, ¿no?
Aquí tienes el motivo del precio del Tomate raf
Lo importante es que sepas qué estás comprando realmente. No te dejes llevar por etiquetas como “Pata Negra” si no sabes quién está detrás del producto.
En resumen, el tomate “Pata Negra” no existe como denominación oficial. Es un apodo comercial, útil en su día para diferenciar el Raf auténtico, pero que hoy ha caído en manos de productores de híbridos que lo usan para confundir.
El verdadero nombre es “Raf”, una variedad concreta y registrada, resistente al hongo Fusarium (de ahí su nombre), y muy distinta de otras opciones del mercado.
Si quieres asegurarte de que compras el auténtico tomate Raf, cultivado como se ha hecho siempre, con sabor y calidad garantizados, te lo ponemos fácil.
En soloraf.es vendemos exclusivamente Raf auténtico, directamente desde Almería. Sin mezclas, sin trucos, sin nombres rimbombantes. Solo Raf. El de verdad.
